Una buena labor se caracterizará por el rigor, no caer en el sensacionalismo y erradicar las malas prácticas que pueden influir en la aparición de los trastornos alimentarios.
Recientemente, nuestra colaboradora Gema García Marco, en su muy visitado post "¿Es la comida la sesión de psicología más barata del mundo?" describía algunos ejemplos de malas prácticas de medios de comunicación y marcas comerciales. Desde Cómete el Mundo queremos facilitar la labor a los profesionales que trabajan en los medios de comunicación, y todos los agentes implicados (periodistas, responsables de publicidad, empresas); de trasmitir una información rigurosa, veraz y comprometida con la salud.
Falsos mitos sobre trastornos alimentarios
- Lo padecen personas caprichosas, que quieren estar así y lo hacen para llamar la atención.
Una enfermedad mental no se busca, se padece.
- Los trastornos alimentarios se producen por la influencia de la moda.
Es un factor que influye, pero estas enfermedades son mucho más complejas y hay muchas causas que facilitan su aparición. No es una cuestión estética sino de seguridad personal.
- La anorexia se soluciona si los padres les obligan a comer.
En ese caso no se trataría de una enfermedad mental sino de unas padres incapaces de dar de comer a sus hijos, y no es así. No hay palabras mágicas para hacer que alguien coma o deje de comer. La presión genera comportamientos de rechazo alimentario.
- La bulimia mejora si les vigilas impidiendo que vomiten o tiren la comida.
La prohibición genera ocultación y pérdida de confianza. Es importante que la persona afectada se responsabilice de su enfermedad y de los cambios necesarios para su curación.
- El trastorno alimentario se puede superar con fuerza de voluntad.
Los trastornos alimentarios son enfermedades complejas que requieren un tratamiento multidisciplinar especializado.
- Los trastornos alimentarios duran para siempre.
Hay personas que superan totalmente su enfermedad, otras mejoran pero mantienen ciertos síntomas, en otros casos la enfermedad se cronifica. Cada caso es distinto.
Recomendaciones generales
1) Rigor y profesionalidad. Evitar titulares alarmistas o sensacionalistas, mostrando imágenes de los casos graves o de muerte. No dar trucos que se usan para adelgazar.
2) Sensibilidad. Tratar con tacto cualquier información relacionada. No hablar de "anoréxicas/os" o "bulímicas/os", sino personas que sufren anorexia o bulimia.
3) Respeto a la intimidad. Guardar el anonimato.
4) Consulta a expertos. Buscar información rigurosa y especializada en la materia.
5) Promover la imagen de modelos corporales realistas que fomenten la salud. Fomentar la diversidad corporal y el respeto a ésta. Acabar de una vez con la idea de extrema delgadez asociada al éxito, a la belleza y a la salud. Mostrar la realidad presente en la sociedad.
6) Fomentar estilos de vida saludables en la población infantil en horarios restringidos como método de prevención de trastornos de la conducta alimentaria y obesidad. Evitar la promoción de productos light, o fast-food, y la exposición excesiva de personas que exhiben cuerpos delgados, y productos para el cuidado físico.
7) Promover mensajes y contenidos sobre las mujeres no focalizados en la apariencia física.
Hay estudios que demuestran que la imagen corporal de las mujeres es significativamente más negativa después de ver imágenes de cuerpos delgados en los medios de comunicación. Esto aumenta el riesgo de incorporar conductas de riesgo en la alimentación.
Normativa vigente
Es importante tener en cuenta algunos aspectos que afectan a los medios de comunicación, publicidad y empresas.
Real Decreto 1430/1997 de 15 de septiembre
En el artículo 4 sobre etiquetado, presentación y publicidad dice: " El etiquetado, la publicidad y la presentación de productos alimentarios destinados a ser utilizados en dietas de bajo valor energético para la reducción de peso no contendrá ninguna referencia al ritmo o a la magnitud de la pérdida de peso a que puede llevar su consumo, ni a la disminución de la sensación de hambre, ni al aumento de la sensación de saciedad".
Código de Conducta Publicitaria basado en el Código Internacional de Prácticas Publicitarias de la Cámara Internacional de Comercio (ICC Internacional Code of Advertising Practice)
"La publicidad evitará incitar a sus receptores, en especial a los adolescentes, a la adquisición de de pautas que puedan resultar nocivos para su salud".
Código Ético de la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Productos de Nutrición Enteral (AENE)
"Toda la información y todas las afirmaciones publicitarias deben ser correctas, científicamente fundadas, verdaderas, objetivas y equilibradas y deben reflejar el estado actual del conocimiento".
Bibliografía
- Los trastornos de la conducta alimentaria: Guía de buenas prácticas publicitarias. Editado por AVALCAB. 2008
- Decálogo de Buenas Prácticas sobre el fomento de la autoestima y la imagen corporal en los medios de comunicación. Fundación IMA. 2012