Hace unos meses mi hermano Fanchi me pasó un vídeo de un desfile de Victoria Secret. Era una parte del show que se celebra anualmente y que en 2015 se emitió para 195 países con una audiencia televisiva estimada de 500 millones de personas. El vídeo, de un evento que dura 45 minutos y tiene un presupuesto de unos 11 millones de euros, mostraba en concreto una actuación de The Weekend.
El espectáculo es asombroso. Las luces, la música, los ánimos del público en directo, la emoción que muestran las modelos. Todo denota alegría, ilusión y felicidad.
Pero, ¿qué ocurre antes y después de este desfile tan deslumbrante?
¿Quién le pone las alas a estos ángeles?
Son diseñadores y diseñadoras de moda. Algunos prestigiosos y otros muchos se intentan abrir camino en ese mundo poco a poco. En muchos casos, detrás del sueño de muchas chicas de ser modelos famosas, existe la presión por adelgazar de los responsables de las firmas de moda (diseñadores, representantes, directoras de academias de moda...).
Tan insano es no comer como decirle a alguien que no coma,
¿no te parece?
Denuncias y más denuncias
Ya se han producido varias denuncias de chicas que han sido manipuladas y obligadas a perder peso. Por ejemplo el caso de la supermodelo Zuzanna Buchwald, que ha trabajado para firmas como Gucci o Prada, explicó como su agente le dijo que tenía que dejar de comer para tener éxito en el mundo de la moda. Siguió sus pautas y acabó con graves trastornos alimentarios.
Zuzanna ha publicado este vídeo donde narra su terrible experiencia.
Por otro lado, una exmodelo francesa ha escrito un libro titulado: “Nunca se es demasiado delgada” en el que denuncia la presión brutal por adelgazar que sufren las modelos, y la ley del silencio imperante.
«Nadie me dijo que debía perder peso, pero me dijeron: "en septiembre harás las Fashion Weeks, la talla es 32-34 y debes caber"» Victoire Maçon Dauxerre.
Otra joven modelo llamada Georgina Wilkin explica cómo fue presionada a adelgazar para poder desfilar en países como Japón. Un terrible viaje que la llevó a la anorexia.
Tomando medidas
Algunos países están tratando de controlar estas peligrosas prácticas que tienen como consecuencia unos irreales modelos de belleza.
La pasarela de moda Cibeles, la más importante de España, tiene impuesto desde el año 2006, un IMC mínimo para desfilar de 18. La encargada de controlar que la norma se cumpla es la endocrina Susana Monereo, jefa de endocrinología del Hospital universitario de Getafe. Una medida seguida también por Italia.
Aunque hay muchas voces que manifiestan que la norma se ha quedado en un mero lavado de imagen y que no se está cumpliendo estas medidas mínimas.
En Francia, a finales de 2015 se aprobó una ley que solicita a las modelos que vayan a desfilar en la Paris Fashion Week un certificado médico.
Otra interesante medida es que las imágenes de revistas que hayan sido retocadas con ordenador tendrán que llevar la advertencia de “imagen retocada”.
Si se incumplen estas medidas las sanciones van desde multas de 75.000 euros hasta los 6 meses de cárcel.
En Dinamarca, tras la polémica de la revista Cover, que mostraba a una modelo de extrema delgadez en su portada de febrero de 2015, se ha creado un código ético con 4 normas básicas: Todas las menores de 25 años están obligadas a hacerse un examen médico anual. La edad mínima para trabajar es de 16 años, y si tienen 15 deben ir con un adulto, con menos de 15 sólo para moda infantil y siempre con un adulto. Los que contraten a estas jóvenes por más de 2 horas, deben ofrecer comida nutritiva y sana a las modelos. Y las modelos deben cobrar por su trabajo profesional.
Medidas útiles, pero insuficientes y con un seguimiento muy discutible.
Así que si te encuentras con una situación semejante, como modelo, diseñador o agente, DENUNCIA LAS MALAS PRÁCTICAS. Ya que:
Una modelo no es el perchero de la ropa
de un diseñador eclipsado por su obra