Las familias de personas con trastornos alimentarios suelen experimentar un sinfín de miedos asociados a su familiar enfermo.
Pueden aparecer pensamientos negativos como que va a fallecer a causa de la enfermedad, miedo a que tenga que ingresar, a que no se cure, a romper el matrimonio de los padres, a que le deje su pareja, a que recaiga, o a que deteriore la unidad familiar. Todos ellos son temores frecuentes en el transcurso de la anorexia y la bulimia.
Estos temores pueden aparecer en ciertos momentos de la enfermedad, especialmente en los periodos en los que la misma evoluciona peor. En ocasiones, con el tiempo y el conocimiento de la enfermedad, esos miedos consiguen manejarse mejor. En el peor de los casos, los miedos paralizan, bloquean, impiden tomar decisiones y acaban haciendo enfermar a los cuidadores.
Por eso, cuando estos miedos torturan a la familia, igual que a los afectados, llega el momento de ser valientes y enfrentarse a esos temores con todas las armas disponibles, mirarles de frente, conocer su tamaño real, y empezar la tarea de domarlos.
¿Cómo puedo domar mis miedos?
Una estrategia que ayuda es compartir con otras personas tus temores, ya que eso ayudará a no sentirte solo. Si además, esas personas están pasando por una situación semejante, nos podrán dar ideas de cómo están afrontando esos miedos.
También debemos
proporcionar a la persona afectada un tratamiento eficaz, que permita en cada momento tomar la mejor decisión en cada caso. A veces la mejor decisión es un ingreso, ya que puede servir de toma de conciencia de la realidad de la enfermedad, en un intento de frenar el deterioro y conseguir una mejora progresiva, posiblemente de otro modo sería difícil lograrlo. Aunque también es cierto que el ingreso suele ser la última opción.
Tomar decisiones respecto a la enfermedad, al camino a tomar, no caer en el chantaje emocional ni en las amenazas, nos permitirá salir del bloqueo emocional.
Por otro lado, nos ayudará saber que las recaídas forman parte del proceso de la enfermedad y son desgraciadamente frecuentes. De la misma forma que hay recaídas hay mejorías.
También hay que tener en cuenta que las familias sanas no son aquellas que no tienen problemas, sino aquellas que logran superar la adversidad estando unidas. De este modo, la situación de estrés crónico que produce en la familia el trastorno alimentario, será una prueba para valorar su solidez, aumentar capacidades y modificar aspectos que no estaban bien.
Por último, hay que ser conscientes de que hay miedos que son positivos, éstos son sinónimo de prudencia y nos permiten estar alerta, no relajarnos, y tomar decisiones rápidas.
“Nuestros miedos no son más que un estado mental”.
Napoleón Hill
Así que, ¡Fuerza y Valor!
La imagen de portada corresponde al Desierto de Atacama, en Chile. La escultura de la "mano del desierto" es obra del escultor chileno Mario Irarrázabal. Está hecha de hierro y cemento, y mide 11 metros de altura.
Este post es una adaptación del publicado originalmente por el mismo autor para el Blog Alimentación y Salud del Portal Universia.