Desde el comienzo de la misma, la familia asiste impotente al proceso de empeoramiento de su ser querido, y en muchos momentos, como es normal, no saben qué hacer para abordarlo.

Una de las demandas más habituales de los padres de las personas con trastornos alimentarios es saber cómo actuar en distintas situaciones que aparecen durante la enfermedad.

Por eso, aunque no hay recetas mágicas, quiero proporcionar unas pautas claras que van a facilitar mucho la labor de los padres.

Decálogo de afrontamiento para padres

Son pautas generales, que si las familias fueran capaces de llevarlas a cabo, podría influir positivamente en la evolución de la enfermedad.

Entiendo que no es fácil llevar a la práctica estas estrategias porque la situación de estrés y tensión familiar es grande, pero al menos las familias pueden tener un mapa que les sirva de guía.

Las 10 pautas que pueden ayudar a las familias a afrontar la enfermedad son las siguientes:

1. Serenidad. Es difícil estar tranquilos en una situación como esta, pero es cierto que un clima de tranquilidad en casa y especialmente en las comidas favorece la mejoría.

2. Firmeza en las decisiones. Mantener la misma postura respecto a las decisiones tomadas ayuda a la persona afectada a estar más estable.

3. Constancia. Si tus actuaciones dependen del estado de ánimo, del cansancio del trabajo, entonces las pautas no servirán, y tendrás la sensación de que nada funciona.

4. Paciencia. Hay que resistir los envites de la enfermedad. El camino suele ser largo y con obstáculos pero llegarás a la meta. No se trata de estar pasivo sino de aceptar la evolución de la enfermedad y afrontar lo que venga.

5. Coordinación entre toda la familia. Los padres hacer ser un frente común contra la enfermedad. Así como el resto de la familia. Todos a una. Así será más fácil avanza

6. Coordinación entre equipo terapéutico y familia. Esto es como una guerra contra la enfermedad en la que la persona afectada lucha contra ella, la familia también y los profesionales que la tratan también. Si vamos todos en la misma línea seremos más efectivos. Si no estás de acuerdo con algo díselo al profesional que esté tratando a la persona afectada.

7. Valorar las conductas positivas y prestar menos atención a las negativas. Valorar los logros, el esfuerzo, comprender la dificultad. Y no estar tan encima con cualquier pequeño gesto de la persona afectada.

8. Dar la importancia justa a los problemas. Cada síntoma del paciente debe ser debidamente controlado y tratado, no hay que mirar para otro lado.

9. Aceptar la enfermedad. A veces algún miembro de la familia no acepta la enfermedad, piensa que su cónyuge exagera, y eso puede hacer que se agrave el trastorno.

10. AMOR. He dejado para el final lo que seguramente es más importante, el amor incondicional que tienen sus padres por sus hijos es el motor que hace no decaer hasta la victoria final.

Quiero acabar con una afirmación que explica la importancia del papel de la familia en este tipo de enfermedades:

“La intervención familiar en fases tempranas puede ser un instrumento de evaluación privilegiada y un motor de cambio importante” (Pérez de Lazárraga, I. 1996)

Para saber más

Pautas para familiares de personas con trastornos alimentarios.

Recursos para familiares del blog Cómete el mundo TCA.