La mayor parte de personas con trastornos alimentarios aspiran a tener un determinado peso, un peso al que los profesionales en la materia llamamos: el peso mágico. Quien tiene un trastorno alimentario cree que cuando alcance ese peso ideal, se sentirá bien, feliz, satisfecha, guapa/o, normal y podrá vivir sin preocupaciones. Por ejemplo, "cuando llegue a 50 kilos seré feliz y podré dejar de adelgazar". Algo que no es cierto, ya que ese peso nunca llega y cuando lo hace no es suficiente, y la persona quiere más. De esta forma, a pesar del peso logrado la obsesión permanece, y además se ha generado un gran deterioro físico y mental.
La mente de una persona desnutrida funciona peor. Y la satisfacción personal es mucho menor de lo que era al comienzo del problema.
El peso ideal no se piensa, se tiene en función de unos intervalos de peso saludables.
Hay un cuento tradicional oriental que habla de cómo los deseos, a veces, cuando se cumplen pueden acabar contra ti.
Cuentan que había una reina a quien le gustaban mucho los dragones. Se hizo una gran experta en esta materia, y su palacio estaba decorado con obras de arte que recreaban todo tipo de dragones, gran parte de sus joyas representaban dragones y su ropa estaba decorada con motivos de dragones. En sus jardines manaban fuentes con dragones de piedra e instauró una gran fiesta llamada el Festival del Dragón. Incluso afirmaba que sería capaz de dar cualquier cosa con tal de tener la oportunidad de ver a un dragón si es que éstos hubiesen existido.
Una noche, un fuerte ruido la despertó. Un enorme animal estaba introduciendo su cabeza por la ventana y, al abrir sus fauces, lanzó una llamarada que casi alcanzó a la reina. Era un dragón. La aterrorizada monarca llamó a gritos a su guardia, que acudió en tropel armada hasta los dientes.
-¡Matad a esa bestia! -ordenaba la reina fuera de control. Al cabo de una cruenta pelea, el extraordinario animal yacía muerto a las puertas de palacio.
Desde ese momento, a la reina dejaron de gustarle los dragones.
Por eso es importante revisar lo que uno desea, porque ese sueño podría volverse pesadilla.
Imagen de portada de la reina Daenerys Targaryen, de la serie Juego de Tronos.