Las fiestas de Navidad son un periodo especial del año. Tenemos más días festivos y podemos pasar mucho más tiempo con nuestra familia y amigos.
En principio, parece un buen plan, pero cuando hay un trastorno alimentario en casa, estos días pueden convertirse en algo difícil de manejar para todos.
Por eso, quiero compartir contigo algunas estrategias que funcionan para que estas fiestas sean lo más llevaderas posibles.
Las grandes comidas familiares
En estas fiestas hay muchas comidas especiales que además suelen ser copiosas: las comidas familiares, comidas con amigos, la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la cena de Nochevieja, la comida de Año Nuevo. Además de los alimentos típicos de estas fechas que suelen llenar nuestra despensa, cocina y salones: polvorones, turrones, bombones y el frigorífico bien repleto, si la economía familiar lo permite.
Si te empacha solo de leerlo, imagínate la situación de una familia donde uno de sus miembros tiene un trastorno alimentario. El agobio de todos se multiplica por mil.
Entonces, ¿qué puede hacer la familia para afrontar estas comidas familiares?
. En Anorexia restrictiva, no plantearse como objetivo que el familiar afectado coma cosas nuevas.
Ya sé que sería maravilloso que el hij@, herman@, pudiera coger ese trocito de turrón que tanto le gustaba antes, o comerse un delicioso Ferrero. En realidad, eso no es tan importante y con el tiempo ya llegará.
Puedes poner esos alimentos navideños en la mesa, pero no presionar para que coja algo. Es preferible que siga sus rutinas. Lo demás es terapia de choque y lleva a la rebeldía.
. En Bulimia y trastorno de atracón, es recomendable tener menos alimentos muy calóricos, menos dulces. No hacer comidas tan pesadas para evitar la sensación en la afectada/o de que se ha pasado comiendo. Para ello, puedes hacer buenos entrantes, ligeros, sanos y sabrosos.
Afrontando el tiempo de ocio
Otro aspecto que suele ser preocupante es cómo hacer frente al tiempo libre de las vacaciones, a la pérdida de las rutinas del año laboral o estudiantil.
Para afrontarlo puedes proponer a tus hijos alguna actividad placentera después de las comidas, como un paseo relajado, jugar a algún juego de mesa.
Intenta que tus hijos se organicen las fiestas, establecer nuevas rutinas, para estar más entretenidos y con menos tiempo para pensar en comida o insatisfacción personal. Para tratar ese vacío personal y esas obsesiones ya está la terapia.
Alguien ha llamado a la puerta, ¿le abro?
Para gestionar las visitas de amigos y familia, tan habituales en estas fechas, hay que valorar cada caso.
En situaciones críticas o cuando el ingreso es inminente es preferible recibir las mínimas visitas.
En cambio, en situaciones de tratamiento ambulatorio se pueden y deben recibir visitas con normalidad.
Debemos respetar que la persona afectada decida si quiere estar con las visitas o no.
Si se quiere ir a la habitación, entender y no enfadarse porque se vaya.
El objetivo es pasas las navidades lo mejor posible, tratando de hacer ciertos cambios lógicos en las costumbres familiares que faciliten un buen clima familiar.
Es mejor no entrar en guerras innecesarias
cuando lo que se puede ganar es mínimo.
Si tienes alguna duda de cómo afrontar estas fiestas familiares puedes dejar tu comentario o mandarnos un mail.
¡¡Felices fiestas!!