Hace algún tiempo hice una publicación en el Facebook de Cómete el Mundo que tuvo bastante repercusión. Era sólo la idea esencial de una metáfora relacionada con estas enfermedades (anorexia, bulimia).
Por eso, me parece que después de descubrir el corazón de la idea, es interesante transformarla en un cuerpo completo a través de un post, para que pueda ser más útil.
La Visita…
Un trastorno alimentario es como una visita que llega a tu casa y acaba instalándose allí, ocupa tu sofá favorito, te quita el mando y se come tu comida. La "nueva inquilina" acaba dándote órdenes, y te pide cosas extrañas.
Tú, sin darte mucha cuenta, acabas haciendo lo que te pide. Sintiéndote una invitada en tu propia casa. Deseando marcharte de allí, sintiendo que molestas. Sin saber muy bien cómo la situación ha podido llegar hasta ese punto.
Un momento de lucidez
Cuando piensas que todo está perdido, hay un momento de lucidez en el que te das cuenta de que esa inquilina no debería estar ahí, tú no la invitaste, llego y te hizo compañía, al principio incluso te agradaba, pero pronto te diste cuenta de que ni la quieres, ni la necesitas, todo lo contrario, te está robando todo lo que te pertenece. En ese momento decidirás que se vaya y harás todo lo que esté en tu mano para que abandone tu casa, para poder disfrutar de la paz y tranquilidad que te proporciona la misma. Entonces volverás a ser tú.
Formas de echar a la desagradable inquilina
Ha llegado el momento de irse y éstas son algunas estrategias que puedes utilizar:
- Para echarla, piensa en qué cosas son las que más le molestaría que hicieras a la indeseable. Ésas cosas que has pensado son justo las que debes hacer.
- Quítale la comida, es tuya. Come bien y sano, no dejes que la enfermedad se alimente con lo que te ayudará a estar sana y con energía.
- Invita a gente a tu casa, a tu salón. Así se sentirá incómoda porque no estás siempre a solas con ella. Y se siente que no le prestas atención.
- Escucha a tu familia, a los profesionales, quieren lo mejor para ti y te ayudarán a echarla.
- Imagínate como será tu vida cuando se vaya, eso hará aumentar tu seguridad, lo verás posible y aumentará tu determinación.
- Si quieres hacer deporte come bien, si comes poco y haces mucho deporte tendrás menos energía. Y eso es lo que quiere la inquilina, que estés débil para hacer lo que quiera contigo.
- Cuando la inquilina te hable y te pida cosas, ponte a hacer otra cosa, céntrate en alguna tarea que tengas pendiente, cuando no la escuches al principio te hablará más fuerte, pero llegará un momento en que se cansará, aunque no lo parezca por lo pesada que es.
Seguro que se te ocurren tanto a ti, como a los profesionales que te tratan como a tu familia ideas creativas y originales de echar a la inquilina, pruébalas. Al final conseguirás que se vaya de tu vida y quede en un mal recuerdo.
Eso sí, lo más importante cuando aparezca la inquilina y veas que no se marcha es acudir al médico de familia para iniciar el tratamiento, cuanto antes acudas, antes conseguiréis que se marche. Hay recursos públicos y privados de tratamiento que pueden ayudarte a lograrlo.
Hasta nunca, inquilina!!