La persona que sufre un trastorno alimentario está continuamente recibiendo mensajes contradictorios. Por un lado están los mensajes que recibe por parte de la familia y de los profesionales que le piden que por su salud debe comer más, dejar de vomitar o cortar los atracones. Y por otro lado, recibe “mensajes de la enfermedad” que le dice que haga lo contrario. En ocasiones consigue escuchar lo que dice la familia y los profesionales, pero el grito de la enfermedad durante gran parte de su existencia es más sonoro.
Un ejercicio que me gusta pedirles a mis pacientes con trastornos alimentarios es que traten de pillar las trampas que le tiende la enfermedad. Te pongo algunos ejemplos (son diálogos que he tenido en terapia, aunque los nombres son ficticios):
Ejemplo 1
- Manuel: ¿Con qué frases intenta convencerte la enfermedad de que no comas?
- Ana: Me dice que si como, entonces engordaré. Que voy a convertirme en una foca. Que si no como, seré feliz.
- Manuel: ¿Y tú la crees? ¿Eres feliz ahora?
- Ana: No sé qué creer. No soy feliz. Estoy atrapada.
Ejemplo 2
- Manuel: ¿Qué cosas utiliza el trastorno para que te des un atracón?
- Bea: Aprovecha cuando estoy más nerviosa, o cuando hace tiempo que no he comido nada, y también cuando llevo un tiempo sin comer cosas que me gustan.
- Manuel: ¿Y cómo lo consigue? ¿De qué forma te convence para que lo hagas?
- Bea: Me hace creer que si empiezo no podré parar. Que como ya he empezado a comer, no tiene sentido parar, que el daño está hecho. Que no pasa nada, pues luego vomito.
- Manuel: Vaya, ¡¡qué gran mentirosa es la enfermedad!! Hay que pararle los pies. ¿No te parece?
Descripción del ejercicio
Durante la sesión se le pide a la persona afectada que esté muy atenta a las trampas que le tiende la enfermedad, y hablamos de ello en la siguiente sesión. Y en una sesión posterior podemos ir más allá y pedirle que esté muy atenta a qué cosas hace para hacerle frente.
Este ejercicio está indicado para personas con trastornos alimentarios en fases de tratamiento ambulatorio.
Se utiliza la externalización del problema para desculpabilizar e identificar y frenar las creencias patológicas.
Para realizar el ejercicio es importante haber externalizado la enfermedad y construido la idea de trampas de la misma, como mostraba de forma breve en los ejemplos anteriores (si como un poco no podré parar / si no como seré feliz / si me como un bombón engordaré un kilo / si he empezado a comer, no tiene sentido parar ya que el daño está hecho…).
Fuente
Este ejercicio es una externalización del problema (Whitey Epston, 1980), con un corte cognitivista (Fairburn, Shafran y Cooper, 1999).
Este ejercicio ha sido extraído del libro 200 tareas en terapia breve (Mark Beyebach y Marga Herrero de la Vega. Ed. Herder, 2010)
Imagen de portada de Pixabay.