El Dr, Enríquez Acosta, endocrino del hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, solía decirme que en sus más de 30 años de experiencia en trastornos alimentarios había identificado 2 factores que correlacionaban con un buen pronóstico en trastornos alimentarios.
En primer lugar encontrar pareja. Ya que un amor de pareja significa que hay una persona que te ha elegido porque le gustas y que tú la has elegido. No es como el amor de los padres, que es incondicional porque son tus padres y deben quererte, protegerte. Una pareja es algo distinto, es un amor elegido.
Es un cambio que puede tener un buen efecto en tu valoración personal, en tu imagen corporal y en tu autoestima.
En segundo lugar encontrar un trabajo. Recibir una remuneración por tu actividad profesional refuerza tu autoestima y te da independencia y autonomía.
Hay que presuponer que el trabajo es gratificante y que la pareja supone un apoyo y no un problema añadido.
Veamos que dice la investigación reciente al respecto.
Factores asociados a la prolongación de la enfermedad
Janet Treasure, psiquiatra británica especializada en trastornos alimentarios, describe los siguientes factores que pueden llevar a que se alargue el trastorno:
- Una larga duración del trastorno.
- Gravedad de la pérdida de peso.
- Problemas psicológicos adicionales, como un trastorno obsesivo compulsivo.
- Dificultad de ganar peso una vez en tratamiento.
- Incapacidad de recuperar el peso normal en adultos una vez instaurado el tratamiento como paciente interno.
- Factores familiares que generan niveles elevados de estrés.
Factores de buen pronóstico
Gonzalo Morandé, Monserrat Graell y P. Andrés Nestares citan una revisión de seguimiento de Steinhasen con más de 5.500 pacientes en anorexia (2002) y 4.600 en bulimia (2009), y sacan las siguientes conclusiones:
En la anorexia nerviosa se han identificado algunos factores de buen pronóstico como: la edad de inicio más temprana (en adolescencia), la corta duración de los síntomas antes de iniciar el tratamiento, la corta duración de los ingresos, buena relación paterno-filial, apoyo social y nivel socioeconómico elevado.
En bulimia nerviosa, estos factores de buen pronóstico son: la menor edad de inicio del trastorno (adolescencia), reducción rápida de síntomas en el primer mes de tratamiento, disponer de apoyo social con relaciones sociales personales, disponer de estrategias de afrontamiento adaptativo y ajuste social positivo, así como estatus económico elevado.
Los pacientes con anorexia nerviosa tienen peor evolución comparados con los pacientes con bulimia nerviosa en términos de tasa de recuperación a los 10 años de evolución (del 50% para la anorexia frente al 75 % para la bulimia).
El resultado a corto plazo para el TCANE (trastorno de la conducta alimentaria no especificado) y el trastorno por atracón es mejor que para la anorexia y bulimia nerviosas, sin embargo después de 5 años, se aprecian escasas diferencias entre la bulimia, el TCANE y el trastorno por atracón.
El tratamiento eficaz al inicio del curso de la enfermedad, lo que supondría un periodo inferior a 3 años, desemboca en unos resultados favorables en el 90% de los casos. (Treasure, Smith, Crane. 2007).
Fuentes bibliográficas
Morandé, Graell y Blanco. Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad. Un enfoque integral. Editorial Médica Panamericana. AEETCA. 2014 (pag. 68-71)
Janet Treasure, Gráinne Smith, Anna Crane. Los trastornos alimentarios. Guía para cuidar de un ser querido. Ed. Desclée de Brouwer. 2007 (pag. 54)
Imagen de portada de Sylviahsc.