Y esto es porque desde que empezamos a interactuar con el mundo, desde edades muy tempranas, estamos expuestos a una sociedad y cultura que promueve la desconexión e insatisfacción con uno mismo bajo el slogan de “ser tu mejor versión”.

Factores que influyen en la falta de aceptación corporal

¡No naces odiando tu cuerpo! eso seguro, si recuerdas los primeros años de tu vida muy probablemente lo que menos pasaba por tu mente era cómo te veías
físicamente o las calorías de ciertos alimentos catalogados como “prohibidos”; y en vez de tener una forma de comer restrictiva, era más bien intuitiva y tranquila.

Pero ¿cómo es que llegamos al punto de odiar, evitar o no tolerar o habitar nuestros cuerpos? Esto se lo debemos a una serie de factores, que describo a continuación:

● Influencia familiar: patrones alimenticios aprendidos, hábitos, cultura de dieta internalizada y expresada por los cuidadores, diálogos sobre dietas, comparaciones, queja e insatisfacción por el propio cuerpo, dietas desde la infancia, etc.

● Haber sido víctima de burlas físicas, comentarios despectivos o bullying en el colegio respecto a la apariencia física, sobre todo en la adolescencia.

● Cultura de dieta e industria de la belleza, que nos invita a desconfiar de nuestras señales internas de hambre y saciedad; y además, se lucra con nuestras inseguridades imponiéndonos y normalizando cuerpos “hegemónicos” que no representan la diversidad corporal de la mayoría.

● Presencia de gordofobia, conocida como la discriminacion sistematizada de los cuerpos grandes por parte de la sociedad.

● Uso y abuso de las redes sociales y medios de comunicación que muestran aparentes “vidas perfectas” y “cuerpo perfectos”, lo cual facilita las comparaciones injustas, sensación de vacío o no pertenencia y malestar psicológico, si no se les da un uso adecuado.

Pues bien, parece ser que no eres él o la unica/o que se siente “mal” con su cuerpo, de hecho pareciera ser la norma. Sin embargo, esto puede cambiar si en primer lugar reconocemos que no existe ese amor incondicional que se propaga por “instagram”, sino que el proceso de aceptar y amar tu cuerpo es un trabajo de todos los días que no siempre va cuesta arriba o es “color de rosa” pero vale mucho la pena adentrarse en éste.

Un ejercicio útil para revisar cómo te relacionas con tu cuerpo

Es por eso que hoy te quiero compartir un ejercicio que puedes emplear para empezar a reconocer con qué gafas te miras, piensas y tratas a ti misma/o; y a partir de éste empezar tu propio proceso de reconciliación con tu cuerpo.

Las gafas con las que nos vemos a nosotros mismos están influenciadas por 4 componentes, los cuales son: perceptual, cognitivo, emocional y conductual.

Así que para este ejercicio me gustaría que identifiques qué hay en cada uno de estos componentes según tu experiencia e historia de vida.

El componente perceptual se refiere a los adjetivos que utilizas para describir tu cuerpo o partes de éste. Puedes ayudarte respondiendo a las preguntas ¿cómo percibes tu cuerpo y/o partes de éste?, ¿hay una tendencia a la sobre estimación de las dimensiones de tu cuerpo o partes de éste?:

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El componente cognitivo se refiere a los pensamientos, creencias e ideas sobre el propio cuerpo o partes de este, puedes ayudarte respondiendo ¿qué te dices cuándo te miras en el espejo? ¿qué prima más: el diálogo interno neutro, compasivo o negativo?:
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El componente emocional se refiere a las emociones, reacciones o sentimientos que derivan de la observacion, pensamientos. Puedes preguntarte: ¿cómo te hace sentir tu propio cuerpo?:
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Finalmente el componente conductual se refiere a los comportamientos que se hacen o dejan de hacer por tener el cuerpo que se tiene, puedes ayudarte respondiendo: ¿realizas conductas de chequeo? ¿evitas ciertas experiencias o actividades por el cuerpo que tienes? ¿Qué haces cuando ves algo en tu cuerpo que no te gusta? 
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Una vez terminado el ejercicio pregúntate una vez más ¿de qué te has dado cuenta?

Mis estrategias favoritas para reconciliarse con el cuerpo

Imagino que con la información que recogiste deseas muchísimo reconciliarte contigo misma/o. Pues, a continuación te dejo mis estrategias favoritas para lograr este objetivo:

● Cuidate bonito nutriendo tu cuerpo con prácticas de autocuidado y compasión, como por ejemplo: regalarte un momento para darte un baño con agua caliente, masajes corporales, permítete tomar una siesta y descansar, da paseos al aire libre, etc. Elige alguna actividad que sea reconfortante para ti y en la que puedas invitar a participar a todos tus sentidos.

● Dale movimiento a tu cuerpo, haciendo la actividad física o ejercicio que más disfrutes no el que “deberías hacer”.

● Practica ser consciente de lo que te dices, identificando si tu diálogo interno es negativo o crítico. Si es así, intenta cambiarlo por frases neutras y positivas.

● Construye tu autoestima desde adentro, céntrate en quién eres no en cómo te ven los demás. Para ello empieza reconociendo tus cualidades, características que te hacen unica/o, reconecta con las cosas/experiencias que disfrutas y abraza tus logros por más pequeños que sean.

● Practica la autocompasión y amabilidad creando tus propios mantras como: “me perdono a mi misma/o por el daño que me causé”, “me permito reconocer mi valor que no se encuentra en cómo luzco”, “Haré lo mejor posible para enfrentar esta situación”, “me permito amarme a mi misma/o y aceptarme tal y como soy en este momento”.

Referencias bibliográficas

- Health at every size: Aceptación de tallas. [Diapositiva de PowerPoint]. HAES Curriculum: https://haescurriculum.com

- Cultivating Self-Compassion to Build a Positive Body Image. Kindfulbody: https://www.kindfulbody.com/blog/self-compassion-build-positive-body-image

- López, J. (2008). Trastornos de la Imágen corporal en alteraciones del comportamiento alimentario. Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/296696670_Trastornos_de_la_imagen_corporal_en_alteraciones_del_comportamiento_alimentario

- Vaquero-Cristóbal, Raquel, Alacid, Fernando, Muyor, José María, & López-Miñarro, Pedro Ángel. (2013). Imagen corporal: revisión bibliográfica. Nutrición Hospitalaria,
28(1), 27-35. https://dx.doi.org/10.3305/nh.2013.28.1.6016